martes, 20 de noviembre de 2007

EL GOBIERNO QUE VIENE

El diez de diciembre asumirá como presidenta de la Argentina Cristina Fernández de Kirchner. Se abre la polémica sobre si su mandato será una continuación del anterior o un punto de partida para un Gobierno diferente.
Para el radical, Mario Fuentes Luna, que asumirá en diciembre como consejal de Almirante Brown, habrá un cambio, en cuanto a la política intenacional, pero también una continuidad del gobierno anterior en lo que refiere a tareas pendientes del actual gobierno. También destacó que “hay que profundizar la integración social y mejorar la distribución de la riqueza”.
El próximo gobierno argentino hereda un plano económico muy bueno ya que en los últimos cuatro años la economía tuvo un crecimiento sin precedentes, con mejoras en el consumo y la inversión, la actividad interna y la exportación, el empleo y las condiciones de vida. Pero si no se toman medidas estructurales y se realiza una planificación estratégica, peligran la sustentabilidad y la calidad de crecimiento.
Con respecto a tareas pendientes la presidenta electa tendrá una agenda abulatada ya que entre los principales temas a tratar están: el problema del INDEC, la seguridad, programación del crecimiento, la energía y servicios, regulaciones y controles.
El nuevo Gobierno tendrá que enfrentar el problema del INDEC, pero con otra cara ya que, por la sorpresiva determinación del Ministro de Economía, Miguel Peirano, de excluirse del gobierno de Cristina Fernández, el actual presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, Martín Lousteau, asumirá, a pesar de su escasa experiencia en relaciones internacionales, la responsabilidad de llevar adelante la economía argentina.
En referencia al INDEC, Fuentes afirmó que “el de Kirchner no es un gobierno que oculta la realidad”, y agregó que “el problema es entre la gente que trabaja en el organismo”.
Sin embargo los primeros meses del gobierno de Cristina Kirchner consisten en la deuda con el Club de París. Con esto la presidenta electa quiere reforzar la idea más negociadora y cerca de los otros países del mundo. Lo que busca el Gobierno es refinanciar a diez años la deuda, de 6.300 millones de dólares, que mantiene con el Club. En caso de poder destrabar la situación, lograría darle fluidez a la llegada de nuevas inversiones como la ampliación de otras que pertenecen a empresas cuyo país de origen integran el Club, y así conseguir financiación de sus gobiernos con tasas más bajas. El único impedimento es que por un lado el Gobierno argentino no quiere una intromisión del FMI, y por el otro, el Club exige que toda renegociación debe tener el aval del Fondo, pero Kirchner ya ha aclarado que esa cláusula no será aceptada.
Además de reforzar la credibilidad del INDEC, Cristina Fenández tendrá que trabajar sobre la programación del crecimiento, donde es importante la formulación de programas a largo plazo en campos como la industrialización, el desarrollo de la tecnología y la provisión de infraestructura. Para llevar a cabo esto se necesita contar con un sistema de financiamiento a largo plazo orientado por objetivos estratégicos. El actual gobierno ha reconocido esta necesidad, y habló incluso de crear un banco de desarrollo, pero esa idea no avanzó.
En cuanto a la seguridad, se suman las peleas y suena cada vez más furte el problema del traspaso de la policía a la ciudad. El jefe de Gobierno electo, Mauricio Macri, manifestó: “No es justo para los vecinos de Buenos Aires que Aníbal Fernández, por la incompetencia que ha demostrado, siga manejando la seguridad". Para Macri, la elección de Fernández al frente de la cartera de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos a partir del 10 de diciembre es "un disgusto para todos los porteños".
A las palabras de Macri el actual ministro del interior, Anibal Fernández, respondió que: “Macri sandeces dijo siempre. Nunca en la vida manejó absolutamente nada en el Congreso, no propuso una norma como la gente, se cansó de decir que todo estaba mal, pero nunca en la vida propuso nada".
No hay un panorama claro, ni se manifestó tampoco desde el Gobierno la solución a uno de lo problemas mas graves de nuestra sociedad.
En cuanto a la energía, el crecimiento de los últimos años se dio a pesar de la baja capacidad de energía y el déficit de infraestructura y transporte, todo eso por años de baja inversión. Las inversiones puntuales permitieron atravesar diversos momentos de escasez pero sin contar con un programa de abastecimiento a largo plazo. Las reservas de gas y petróleo están bajando por falta de inversión de los explotadores privados a pesar de que la diferencia entre sus costos de producción y los precios finales sigue siendo muy elevada.
Otro de los temas pendientes para el próximo gobierno son los servicios, regulaciones y controles. El gobierno actual hizo algunos cambios al esquema de servicios públicos privatizados, como la restatización del Correo y de Aguas Argentinas, pero si bien en el primero el servicio parece haber mejorado, en el segundo no. Los ferrocarriles siguen en manos privadas, a pesar de los incumplimientos de contratos y del deterioro del servicio.
Revertir esta situación es indispensable para el buen funcionamiento de la economía, para una distribución más equitativa y para el cumplimiento de las promesas de mejora de la calidad institucional.